¡Sí puede mucho! (VIDA DE ORACIÓN XV)

Elías era un hombre “justo” porque creía en Dios, su fe y comunión con el Señor estaban acompañados con su obediencia, esto le permitía a Elías orar bajo la voluntad de Dios y experimentar la poderosa obra del Padre en su vida y alrededor de él.

En busca de sanidad (VIDA DE ORACIÓN XIV)

No debemos dudar del poder de Dios y del poder de la oración cuando alguien no sea sanado, a pesar de la incansable rogativa. Lo que debemos hacer es confiar en Su sabiduría y bondad.

Influenciado por el Espíritu (VIDA DE ORACIÓN XIII)

Para que podamos orar influenciados por el poder del Espíritu, no solo debemos de nacer de nuevo, sino que también debemos vivir en comunión y obediencia con Dios. Si nuestra vida de oración no es la que debe ser, entonces el problema siempre será espiritual.

No permita los «estorbos» (VIDA DE ORACIÓN XII)

Nuestras relaciones influyen directamente en nuestra relación con Dios, incluyendo nuestras oraciones. Nuestras relaciones “horizontales” afectan directamente nuestra relación “vertical” con el Señor, y viceversa; para nuestro bien o para nuestro mal.

El Obstáculo del Pecado (VIDA DE ORACIÓN XI)

Entre las muchas consecuencias que atrae consigo el pecado, se encuentra la falta de atención de Dios a nuestras oraciones (Is 59:2-8).

Ahora tenemos acceso (VIDA DE ORACIÓN X)

Ya no necesitamos ir a un lugar especial para orar, puesto que el mismo instante de la muerte de Jesús, “el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo” (Mr 15:37, 38), abriendo la oportunidad al creyente en Cristo a entrar a la misma presencia de Dios a orar “en plena certidumbre de fe” (He 10:19-23).

Buscando Su dirección (VIDA DE ORACIÓN IX)

Es importante recordar que nuestras mejores decisiones siempre se darán cuando con corazón sincero busquemos la guía de Dios. Nuestro Padre amoroso siempre estará dispuesto a ayudarnos para que podamos conocer Su voluntad, no importa cuán sencilla pueda ser nuestra inquietud.

Siempre o constantemente (VIDA DE ORACIÓN VIII)

Así como el sol sale por el oriente, pero se mueve durante el día hasta ponerse hacia el occidente, así tiene la idea de “orar sin cesar”. Debe ser parte de nuestro diario caminar cristiano hasta encontrarnos junto a nuestro Señor, sea que “durmamos” o que seamos “arrebatados”.