“El hombre propone, mas Dios dispone”

¿Qué fue lo que solicitó un día y las cosas no se dieron como planeaba, pero que Dios lo encaminó para bendición? Recordemos, nosotros podemos proponer, pero debemos aprender a confiar en la voluntad de Dios y descansar en Su amor y sabiduría.

¿Por qué entonces tener miedo?

Si Dios le está llamando para realizar alguna tarea, solamente asegúrese que sea Él quien le está invitándolo a participar; y si es así, entonces camine con fe en pos de ese llamado celestial con confianza y valor. ¡Es de Él la obra!

¡Sí puede mucho! (VIDA DE ORACIÓN XV)

Elías era un hombre “justo” porque creía en Dios, su fe y comunión con el Señor estaban acompañados con su obediencia, esto le permitía a Elías orar bajo la voluntad de Dios y experimentar la poderosa obra del Padre en su vida y alrededor de él.

En busca de sanidad (VIDA DE ORACIÓN XIV)

No debemos dudar del poder de Dios y del poder de la oración cuando alguien no sea sanado, a pesar de la incansable rogativa. Lo que debemos hacer es confiar en Su sabiduría y bondad.

Ahora tenemos acceso (VIDA DE ORACIÓN X)

Ya no necesitamos ir a un lugar especial para orar, puesto que el mismo instante de la muerte de Jesús, “el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo” (Mr 15:37, 38), abriendo la oportunidad al creyente en Cristo a entrar a la misma presencia de Dios a orar “en plena certidumbre de fe” (He 10:19-23).

Buscando Su dirección (VIDA DE ORACIÓN IX)

Es importante recordar que nuestras mejores decisiones siempre se darán cuando con corazón sincero busquemos la guía de Dios. Nuestro Padre amoroso siempre estará dispuesto a ayudarnos para que podamos conocer Su voluntad, no importa cuán sencilla pueda ser nuestra inquietud.

Inclinándonos a Su voluntad (VIDA DE ORACIÓN VII)

“Hágase tu voluntad” no es una frase que el Señor Jesús nos dio solamente como patrón para nuestra oración, sino que, con su muerte, ejemplo de cómo vivirlo nos dejó.

Crecimiento en la dependencia (VIDA DE ORACIÓN VI)

Cuando miremos la demora a una respuesta a nuestras oraciones, recordemos que Dios puede estar ayudándonos a crecer en nuestra vida de oración y en nuestra fe hacia Él.