Con olor de “triunfo”

Todos tenemos una responsabilidad ante Dios y ante los no creyentes de compartir el mensaje que nos redimió del pecado y nos ha dado vida eterna. Este mensaje da vida eterna a todo aquel que lo acepta, y nuestra participación al compartirla otorga al que lo recibe un “olor” agradable de “vida”.

Aproveche la “puerta” abierta

Cada uno de nosotros tenemos oportunidades únicas que se nos presentan como providencia del Señor para poder predicar el evangelio a personas en momentos específicos de nuestro caminar, lo que debemos es estar atentos a esas oportunidades y aprovecharlas.

Duras lecciones de vida

Muchas de estas lecciones de vida, aunque negativas y dolorosas, tienen el propósito de ayudarnos a crecer en prudencia y piedad; preparándonos para algo diferente, pero mejor.

¿Y cómo responde usted?

En Jerusalén, hubo personas con diferentes reacciones ante el Cristo de la Cruz; no permita que estos días pasen sin valor en su vida. Dios desea que usted mire su pecado y su condenación, pero cambie ese estado por el perdón y la salvación. ¡Ponga su FE en JESÚS!

Consideraciones iniciales

Cuando inicia una nueva etapa en la vida cada uno nos detenemos a meditar en todo lo que nos viene por delante, y aunque cada año nuevo llega cada 365 días, siempre su llegada nos presenta una nueva oportunidad para iniciar algo que no hemos hecho nunca, retomar algo que no completamos, o decidimos hacer unos cambio positivos o superiores a lo ya vivido. Que bueno que hay un nuevo inicio, pues nos da una oportunidad de hacer consideraciones especiales al inicio.

¿Aún habrá tiempo para ver sus frutos? («AUN» III)

Recordemos, el día vendrá donde ya no habrá más trabajo del “viñador”, entonces, si no ve “frutos”, seremos “cortados” eternamente.

¿Aún se cree menos pecador? («AUN» II)

Al contrario a lo pensamos, Jesús nos recuerda que todos somos igualmente pecadores y que todos merecemos el castigo divino de la muerte y la condenación (perecer) a causa de nuestro pecado, porque esa es “la paga” (Ro 6:23a).