Consideraciones iniciales

Cuando inicia una nueva etapa en la vida cada uno nos detenemos a meditar en todo lo que nos viene por delante, y aunque cada año nuevo llega cada 365 días, siempre su llegada nos presenta una nueva oportunidad para iniciar algo que no hemos hecho nunca, retomar algo que no completamos, o decidimos hacer unos cambio positivos o superiores a lo ya vivido. Que bueno que hay un nuevo inicio, pues nos da una oportunidad de hacer consideraciones especiales al inicio.

Muerte por partida doble

Cada creyente debe vivir espiritualmente tan vivo que ya el mundo le sea algo muerto e inmundo, y esa misma vida espiritual debe hacerle ver al mundo que el creyente ya ha muerto para su inmundo sistema.

Por el Nombre de Cristo

Con justa razón Pedro nos exhorta armarnos o prepararnos en mente con el “mismo pensamiento” (4:1), pues, si Cristo padeció por nosotros, Sus seguidores debemos disponernos a sufrir gozosos por Su Nombre, y caminar como Él anduvo, “si la voluntad de Dios así lo quiere” (3:17).

¿A quién escoge usted?

El llamado de Josué es válido hoy: “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis…” (Jos 24:15). Para servir a Dios con todo nuestro ser, el consejo dado a Israel es muy útil también para nosotros: “Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová Dios de Israel.” (Jos 24:23)

Inclinándonos a Su voluntad (VIDA DE ORACIÓN VII)

“Hágase tu voluntad” no es una frase que el Señor Jesús nos dio solamente como patrón para nuestra oración, sino que, con su muerte, ejemplo de cómo vivirlo nos dejó.

¿Qué legado está dejando su corazón?

¿Qué legado espiritual está dejando su corazón? No olvidemos que lo que estamos sembrando espiritualmente para nuestras vidas, no solamente impacta nuestro futuro y nuestro nombre, sino que impactará también la vida de los nuestros. ¡Es hora de honrar a Dios con todo nuestro “corazón”!

Viviendo Su voluntad

La resolución de Jesús de aceptar la voluntad del Padre pasó por medio de todos los filtros divinos, los cuales hicieron que el egocentrismo no interfiriera, y que los buenos propósitos hacia el hombre se consiguieran.

Vamos a desarrollarlos

No hay recompensa sin sacrificio, no habrá logros sin precio, no se llegará a ser como Cristo sin determinación.