“Biogénesis”

Jesucristo no solamente nos creó, sino que vino a la Tierra para salvar lo que se había perdido a causa del pecado, para rescatarnos y darnos vida eterna, pues la vida está en el Hijo de Dios (1 Jn 5:11, 20).

¿A quién escoge usted?

El llamado de Josué es válido hoy: “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis…” (Jos 24:15). Para servir a Dios con todo nuestro ser, el consejo dado a Israel es muy útil también para nosotros: “Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová Dios de Israel.” (Jos 24:23)

Debe ser sincero

Sea que tengamos que hablar o disciplinar al alguien, manifestemos ese amor sincero; mostremos nuestra real preocupación hacia los demás, y junto a ese amor conduzcamos nuestra reprensión o exhortación. La medida de nuestro amor se manifestará en la medida que buscamos el bien aborreciendo el mal.

No permita los «estorbos» (VIDA DE ORACIÓN XII)

Nuestras relaciones influyen directamente en nuestra relación con Dios, incluyendo nuestras oraciones. Nuestras relaciones “horizontales” afectan directamente nuestra relación “vertical” con el Señor, y viceversa; para nuestro bien o para nuestro mal.

El Obstáculo del Pecado (VIDA DE ORACIÓN XI)

Entre las muchas consecuencias que atrae consigo el pecado, se encuentra la falta de atención de Dios a nuestras oraciones (Is 59:2-8).

Sin cuidado… perdemos (VIDA DE ORACIÓN II)

Si deseamos tener una vida de oración, debemos velar en contra del sueño y las distracciones, y, ya en oración, debemos velar para que nuestros enemigos no nos tomen por sorpresa y nos destruyan.

¿Hasta cuándo vamos a seguir así?

No permitamos que nuestra rebeldía nos aleje del sometimiento a la voluntad de Dios, y oremos para que el Señor nos dé entendimiento de Su Palabra. Muchos podemos estar como Pablo, dando “coces contra el aguijón”, cuando no hacemos la voluntad del Señor y en nuestra necedad nos damos contra las consecuencias de nuestras malas decisiones.

Sintonizando a nuestro gusto

Cada uno tenemos la posibilidad de ‘sintonizar’ lo que deseamos, pero al final, será nuestra responsabilidad ante Dios analizar bien lo que escuchamos o predicamos de Su Palabra. ¿Qué ‘emisora espiritual’ estamos escuchando hoy?