Por el Nombre de Cristo

Con justa razón Pedro nos exhorta armarnos o prepararnos en mente con el “mismo pensamiento” (4:1), pues, si Cristo padeció por nosotros, Sus seguidores debemos disponernos a sufrir gozosos por Su Nombre, y caminar como Él anduvo, “si la voluntad de Dios así lo quiere” (3:17).

Humildes, sobrios y firmes en fe

Recordemos que el diablo no tiene potestad sobre nosotros, pues le pertenecemos a Dios, y Él nos guarda hasta el día de nuestra redención (1 Jn 5:18). Si somos probados, quiere decir es que somos hijos de Dios, y esa confianza alimenta mi esperanza de redención, entonces, fortalece mi fe (1 P 1:8, 9). El diablo ya fue derrotado, Dios es mayor que cualquiera, y nuestra fe en Cristo nos da la victoria en esta vida, y nos otorga la vida eterna (Ro 8:31-39). Esta confianza es la que me ayudará a mantenerme firme detrás de mi escudo, mi fe, resistiendo los embates del maligno.

Equipados para llegar

Dios nos ha capacitado, Dios nos ha prometido, Dios ha decidido cambiarnos; ahora nosotros debemos anhelarlo y trabajar en ello.

Agradeciendo la liberación

debemos VIVIR eternamente agradecidos con Quien, en Su grande amor, nos libró de las “ataduras” del pecado y la condenación.

Agradecidos por Su misericordia

¿Cuándo fue la última vez que dimos gracias a Dios reconociendo sus infinitas misericordias y su eterna fidelidad hacia nosotros? No podemos negar que cada uno de nosotros hemos tenido nuestros buenos y malos días en nuestro caminar junto a Jehová, y a pesar de ello, no hemos dejado de ver Su fidelidad y misericordia a nuestro favor.

“Mi ausencia de la iglesia”

Si por alguna razón no está asistiendo regularmente pregúntese entonces cuánto está perdiendo por no ir; pero si asiste con frecuencia y propósito, no lo deje de hacer, y goce de la hermosa manifestación de Dios en medio de Su pueblo.

¿A quién escoge usted?

El llamado de Josué es válido hoy: “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis…” (Jos 24:15). Para servir a Dios con todo nuestro ser, el consejo dado a Israel es muy útil también para nosotros: “Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová Dios de Israel.” (Jos 24:23)

“El hombre propone, mas Dios dispone”

¿Qué fue lo que solicitó un día y las cosas no se dieron como planeaba, pero que Dios lo encaminó para bendición? Recordemos, nosotros podemos proponer, pero debemos aprender a confiar en la voluntad de Dios y descansar en Su amor y sabiduría.